Es bien conocido el efecto que muchos de los agentes quimioterápicos produce sobre la fertilidad de los pacientes, por lo que previo al tratamiento oncológico se debería plantear al paciente la posibilidad de emplear métodos de preservación de su fertilidad. Los estudios han demostrado que la capacidad para tener hijos biológicos es de gran importancia para muchas personas. En la última década los métodos de preservación de la fertilidad han evolucionado considerablemente, pero todavía son muy pocas las referencias en la literatura oncológica sobre este tema.
La infertilidad se define funcionalmente como la incapacidad para concebir después de 1 año de relaciones sexuales sin empleo de métodos anticonceptivos. Las tasas de infertilidad permanente o alteraciones de la fertilidad tras el tratamiento oncológico son variables y dependen de muchos factores.
Tanto en hombres como mujeres la fertilidad puede alterarse temporal o permanentemente. Hay que señalar que la fertilidad femenina puede estar comprometida a pesar del mantenimiento o la reanudación del ciclo menstrual.
La cuantificación del riesgo de infertilidad se basa en las tasas de amenorrea y azoospermia. En hombres y mujeres el mayor riesgo asociado a la quimioterapia incluye los agentes alquilantes (especialmente ciclofosfamida, ifosfamida, nitrosureas, clorambucil, melfalan, busulfan y procarbazina).
Las evidencias disponibles sugieren que la preservación de la fertilidad es de gran importancia para muchos pacientes diagnosticados de cáncer, y la infertilidad producida por el tratamiento oncológico se asocia con un gran distrés psicosocial. La mayoría prefiere tener hijos biológicos, a pesar del temor a los posibles defectos congénitos relacionados con el tratamiento oncológico previo, la ansiedad relacionada con la esperanza de vida del progenitor con cáncer o el riesgo de desarrollar cáncer en la descendencia.
Recomendaciones:
Todos los pacientes con cáncer en edad reproductiva deben ser informados de la posibilidad de realizar técnicas para la preservación de la fertilidad, ofreciendo esta orientación en las conversaciones iniciales, y teniendo en cuenta los siguientes puntos:
- El cáncer y los tratamientos oncológicos varían en la probabilidad de producir infertilidad. Factores individuales como la enfermedad, la edad, el tipo de tratamiento y la dosis, así como problemas de fertilidad y/o tratamientos de fertilidad previos al diagnóstico y tratamiento del cáncer deben tenerse en cuenta a la hora de informar y aconsejar a los pacientes.
- Aquellos pacientes interesados en técnicas de preservación de la fertilidad deberían considerar esta opción tan pronto como sea posible con el fin de optimizar los recursos y obtener mejores resultados. Algunos tratamientos en la mujeres son dependientes del ciclo menstrual y solo pueden ser iniciados a intervalos mensuales. Todo ello solo puede realizarse con un trabajo coordinado con los servicios de ginecología implicados en técnicas de reproducción.
- Los métodos con mayor probabilidad de éxito son la criopreservación de esperma en los hombres y la congelación de embriones en las mujeres. La cirugía conservadora, la transposición ovárica o la supresión ovárica previa al tratamiento son métodos útiles para la preservación de la fertilidad en situaciones seleccionadas. En estos momentos otras técnicas deben considerarse experimentales.
- Aunque los datos son muy limitados, no se ha detectado aumento del riesgo de recurrencia de enfermedad asociado con la preservación de la fertilidad y el embarazo, incluso en tumores sensibles. A parte de los síndromes de cáncer hereditario y la exposición intrauterina a la quimioterapia, no hay evidencia de que los antecedentes de cáncer, el tratamiento oncológico o las técnicas de preservación de fertilidad aumenten el riesgo de cáncer o anormalidades congénitas en la descendencia.
- El tratamiento de la infertilidad se asocia frecuentemente con distrés psicosocial, por lo que es beneficioso remitir a equipos especializados a aquellas personas con distrés moderado.
Aspectos especiales a tener en cuenta en niños:
- Entender el concepto de fecundidad es complicado para los niños, pero potencialmente traumático en su edad adulta.
- El uso de métodos de preservación de la fertilidad en menores requiere valoración del paciente y consentimiento de los padres o tutores.
- Las modalidades disponibles en niños prepúberes están limitada por la inmadurez sexual de los pacientes y son principalmente métodos experimentales o en investigación.
- El proceso de consentimiento informado debe hacerse en dos pasos: la decisión de la recogida de gametos se dará con el consentimiento de los padres o tutores, la decisión del uso de los gametos conservados de haría en el futuro por el paciente.